lunes, 26 de julio de 2010

La Paz, se siente

Abro un ojo y lo primero que escuchos del otro lado de la puerta son voces raras, como si hablaran algún otro dialecto indescifrable. Siento frío, mucho frío que me retiene en la cama más allá de las ganas que tengo de abrir la puerta y ver con qué me encuentro. No puedo saber que hora es, la luz entra por unos pocos ladrillos de vidrío traslúcido y no hay forma de ver siquiera la posición del sol.
A pesar de la confusión que genera la combinación de sueño y frío tomo fuerzas y pego un salto. Con los dos pies en el suelo agarro la misma ropa de todos los días, me la pongo y logro abrir la puerta.
En los sillones hay entre siete y diez seres humanos, creo, de rasgos muy diferentes que intentan comunicarse entre si. Me acerco, pero al frío y al sueño se le suma la diversidad de dialectos, haciendo que la confusión crezca e imposibilite la comunicación. Unas sonrisas amistosas sellan la situación.
Sigo camino hacia la puerta de salida. Gari abre el candado y saludando coordialmente, "¿Cómo estás Nico? Tenés la cara pegada a la almohada", abre las puertas.
Mucha luz, me encandila, doy unos pasos refregando los ojos y cuando por fin éstos se acostumbran al nuevo ambiente logro empezar a ver medio borroso como las casas, allá a lo lejos, se van comiendo a las montañas.


Camino por el empedrado desparejo, muy desparejo, casi tropezando entro por la puerta y despuès de unos segundos los colores, los olores y el griterío del mercado terminan despertándome. Muy amablemente me atiende la señora, la mi9sma de todos los días. Con sus vestidos coloridos y su simpatía me saca la segunda sonrisa del día y me llena una bolsa de frutas para el desayuno.
Emprendo la vuelta., cuesta arriba, cuesta y agita. Minibuses a toda velocidad no paran de hacer sonar sus bocinas, me aturden, me queman.



Apurando el paso por las calles de empedrado desparejo y fachadas coloridas, llego.
Los seres de los sillones se trasladaron a la cocina. Desayuno multitudinario, idiomas raros, intercambio.
Con la panza llena salgo al patio y pongo a punto a la negra para que salga con sus cuernos a torear las transitadas calles de La Paz.


Foticos varias


Asado en la terraza del Carretero, ahí nomás las montañas comidas por la ciudad


Al fondo el nevado, La Paz


Terrible mural en las afueras del nuevo anfiteatro de La Paz


Blanco y Negro


Fulbito nocturno, borroso e internacional en La Paz

viernes, 23 de julio de 2010

El blog está de luto


El blog está de luto, el martes me robaron la cámara de fotos, la herramienta fundamental para darle color a este blog. Mañana seguramente ya suba una entrada con algunas fotos que quedaron en la compu de un amigo. Pero en las próximas voy a esmerarme con la escritura para tratar de tapar el hueco de las fotos. Salú amigos, el resto anda de maravilla. Abrazo pa tuti mundi

martes, 6 de julio de 2010

Excursión a Rodero y fama en La Paz

CASAS ABANDONADAS Y RUINAS

Excursión con Pablito a Rodero, un "pueblo fantasma" a veinte kilómetros de Humahuaca



Techo

Casa abandonada 

Carretilla rústica

Espinas

Cocina rústica


video

San Isidro



Sin entender bien cómo, ni por qué, estaba esperando en una pizería a que me entrevisten para empezar a trabajar haciendo entregas a domicilio y veo en una mesa a una señora leyendo el diario, y en el diario ¿quién estaba? La negra y yo. Ridículo, pero así fue.
Para cerrar, el link con la nota que me hicieron para el periódico La Razón, de La Paz Bolivia y lás páginas de los periódicos

En "La Razón"


Y los desquiciados de "Página 7" que hicieron una nota de casi una página entera